Cuánto mide un rato


¿Cuánto tiempo dura el ahora? El hombre es la medida de todas las cosas, al decir de Protágoras. Sin embargo 2.500 años después seguimos sin saber cuánto mide un rato. Un lapso, un momento, un suspiro.


Cuenta hasta tres, y tienes un cuento. Un relato. El relato de un cuento, o el cuento de un relato. En un rato. Es raro ¿o no es raro que sea lo mismo contar monedas que contar un cuento?


Un dato, una data, es una fecha. El mero hecho de nombrarla, de registrarla, la convierte en relato con un tiempo y un espacio, con un aquí y un ahora.


Como bien dice César Astudillo, el mismo dato ya es un relato. Ahora bien, un dato (como su nombre indica) es una fecha. Datar algo es ponerle fecha. Fechar ya es narrar. Luego la certeza de que “el dato mata al relato” sigue siendo cierta, puesto que el dato crea el relato veraz, y todo relato, aunque sea sin fecha, pasa a ser un dato por el hecho de ser relatado. Si bien el “relato datado” le confiere al relato un plus de autenticidad honesta que no conserva el relato artero con dobles intenciones.


El solo dato de la fecha, efectivamente, es un relato porque implica fijar un día y una hora. Y un día es un día en el marco de un calendario. De forma que el mero hecho de fechar, datar, ya nos está relatando un marco temporal. El dato completo indicará también el espacio en que se da el hecho, completando la labor informativa de la cinco w con el qué y el quién. Qué dice quién cuándo, dónde y porqué.


Así el dato es un hito, un punto de partida. Que durará hasta que el hecho termine, se remate. O sea que un rato será el cúmulo de tiempo transcurrido entre el dato de comienzo y el dato de remate.


Si ahora nos vamos a la etimología de relato (re, hacia atrás, reiteración; latus, llevado. Decel), tenemos que relatar es decir, contar, el relato es lo dicho, lo narrado. Y todo es, pues, relativo. Por tanto viene a ser cierto que todo es verbo, nada existe hasta que es nombrado. Aquí y ahora. Se relata siempre un dato espacial y temporal, el espacio-tiempo que Hawking reclama ya está integrado. Todo es mente o un entrelazado de espacio y tiempo. Ahora.


Así, podemos concluir que un rato es principalmente el ahora, aunque expandible en el tiempo. Ahora puede estar referido a la existencia del hombre en la tierra, luego estamos en muchos ratos al mismo tiempo. Porque el mismo ahora, el mismo rato, lo comparte la peli que ves, el día que la ves, el año del día, el siglo del año… ad infinitum.


Raro, muy raro todo. Habrá que consultar al conejo de Alicia a ver si ha llegado a esa cita tan importante a la que iba y nos puede aclarar un poco.

cuento del 22-3-25, a un día (hace un rato) de la primavera del año.


no me llames, no me escribas

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