Pudiera parecer un atrevimiento, pero es una realidad. Con la frase del título empezaba el mejor curso de color al que asistí en su día.
“El color tiene un problema”, nos decía el profe “y es que no existe”. Lo percibe nuestro ojo, pero es la disposición de las células de la retina la que hace que distingamos tres colores. Las alas de las mariposas (el color más sutil que conocemos) no están pintadas del color que reflejan, reflejan su color en función de cómo están ordenadas nanométricamente las células que cubren, como un tejado, la estructura de ramas de las alas.

fotos cultura inquieta.

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