Ciática sabia

Hoy me desperté encogido, fui a urgencias asustado. Ciática, diagnosticó el doctor. El hecho de ponerle nombre al malestar ha iniciado el proceso de cura. Otro ejemplo del poder de la palabra: identifica malestares concretos y al conocerlos ya se pueden pergeñar estrategias de cura.


¿Y a quién le importa tu ciática? preguntarás como lector de esta misiva?


Cierto, no lo cuento para que se conozca mi ciática, sino para tomar conciencia de lo que me pasa y ponerle remedio. Y para tomar conciencia lo tengo que nombrar. Me basta con nombrárselo al ordenador. Él se encargará de dejar grabadas las palabras que me llevan a la toma de conciencia.

Ciática.

Vale, asumido, inflamación de un nervio por sobrecarga del resto del cuerpo o suciedad en el intestino.

El dolor actual durará tres días, pero si quiero evitar que se repita debo cuidar los niveles de cansancio y la limpieza e idoneidad de lo que como.

Comer (dando prioridad al, pensando en) con el vientre-culo y no con el estómago o con la vista. Norma de salud.

El tracto intestinal, con su microbiota, es como el monte con su manto de macrobiota, la biomasa, el humus que almacena cada año tras la fermentación de la capa de hojas que lo cubre en invierno.

El humus se forma por descomposición de los desechos de las hojas que las plantas y árboles han estado produciendo desde la primavera. Caen en el otoño, fermentan durante el invierno bajo la capa de hielo que le tiende el cielo, y se convierten en nutrientes que el año que viene absorberán las mismas plantas y árboles.

Limpiar el humus del monte vendría a ser como limpiar la microbiota intestinal. Una vez limpio, permitirá que se airee todo mucho mejor.

Es como la poda, se poda-limpia en invierno para que las plantas tengan aire para refrescarse y empezar la tarea de la primavera con ánimos reforzados. El invierno sería como el ramadán del bosque, tiempo de limpieza y relax.

Para la biota intestinal es igual el ciclo, pero repetido día a día en el ciclo circadiano: en la hora del ocaso se limpia para pasar la noche, en la mañana se refresca-limpia con agua, recolecta el alimento que ingiere y digiere a lo largo del día, y a la hora del ocaso volver a empezar.

Si aceptamos el apriori “la enfermedad es fuente de conocimiento” podemos aplicar el razonamiento anterior a cualquier enfermedad, como la gripe. La conclusión es la misma:

cuidando la biota intestinal estamos cuidando el cuerpo entero.

¿Cuántos vientres sanos conocemos de entre los ocho mil millones (8.000.000.000) de almas que somos?

El cuidado del vientre debería ser obligatorio para todas las capas de población.

hilo de: ciática resumida, defiendo la enfermedad, ciática sabia, estreñimiento. Cuatro entradas sobre salud en los nuevos tiempos. Que no dejan de ser, en ámbito biológico, los mismos viejos tiempos. No por comer lechuga nos vamos a volver superman.

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