pecado orige(i)n(al)
En tiempos de revisión como el actual, con el teletrabajo y el emprendimiento en mente, se impone el repaso de las rutinas.
En el esquema imperante, nos dedicamos a trabajar un horario prefijado respondiendo a las comandas del jefe. Al abordar el teletrabajo, como emprendedor o como empleado, toca revisar esas rutinas para mantener el equilibrio existencial.
Y repasar, por tanto, qué y cómo hacemos las cosas para darles un marco adecuado.
Toca encarar las rutinas y el propio cuerpo. Así, al repasar las rutinas diarias, cosas como la pereza, la desgana, la falta de motivación, la falta de orden, el enfado o la ambición, pasan a ser problemas a considerar para darles cumplida respuesta.
Bien visto, no deja de ser todo el abanico de lo que tradicionalmente se ha considerado como “pecado”. ¿Será suficiente repasar esa lista? ¿Habrá más factores a considerar? ¿resolverá nuestros problemas la solución de esos asuntos?
Los males de la temporada son la depresión, la angustia, el estres, la mala alimentación, la falta de ejercicio.
Supongamos que sí, que o bien directamente o por asimilación, si repasamos la lista de pecados, encontraremos el tratamiento que tradicionalmente se ha aplicado a cada uno de ellos y, supuestamente, nos ilustrará sobre la forma de abordarlos hoy.
Vayamos por partes. La lista de pecados primero (ver lista de pecados), buscaremos después el origen de dicha lista (ver padres del desierto), e intentaremos por último encontrar respuestas a nuestras cuitas.
Aunque eso ya es lo que venimos haciendo, buscando la mejor forma de hacer las cosas y creyendo (ilusos) que mañana llegará la IA a darnos un botón como el del ratón que a golpe de clic nos remita directamente al destino de nuestros sueños.
Personalmente prefiero ser más artesanal y pararme a analizar uno por uno y por separado cada pecado aplicando un sencillo método hermenéutico: cada pecado es una palabra que, como tal, tendrá una historia y una multiplicidad de sentidos. Explorarlos y aplicarlos será suficiente tarea para tener pautas de solución.
Rastro-ristra (fio): pecado concepto, por aclarar; pecado decel, por profundizar; padres del desierto, por buscar raices; lista de pecados, por “contar” la historia; pecado original, en el origen.
