heces

Las corrientes yóguicas me ofrecen el control del metabolismo controlando las “heces fecales”, el sueño de todo estreñido. Extendible a toda la población: controlando las heces controlas la salud.

(Te haces la imagen: alguien estreñido (que sólo consigue ir al retrete cada dos días), respira tres veces al día, y es capaz de “sentir” a qué altura del cólon circula el último paquete de alimentos ingeridos. Lo que le permite planificar las horas del día en que estar dispuesto para relajarse y descargar. Un sueño.)

Curioso: hez es tanto la hez del vino como las heces fecales: el último residuo, lo más denso, lo más impuro de una serie de metamorfosis metabólicas. Por las mismas, es lo mismo que lo más puro, lo más decantado, la quintaesencia de lo que andemos buscando, la piedra filosofal.
Curioso. Lo he visto en el DRAE y en el DECEL: defecare, librarse de las heces de vino, purificarlo. Fécula (harina?), diminutivo a partir de faex faecis.

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