60 mil míseros euros

Sesenta mil míseros euros marcan la diferencia entre la España que trabaja y la España que bosteza.

La pandemia nos abocó al uso de mascarillas. 33.000 millones en dos años. 60 mil euros son migajas en comisiones. Solo que 60 mil euros son 10 millones de pesetas. El sueldo de toda la vida de mi abuelo.

El hermano de Ayuso estaba en el sitio adecuado en el momento preciso. Con unas migajas que habrían financiado la vida de mi abuelo, se hizo el chiringuito del año. Un sinsentido. Como todo el mercado cuando lo manejan los caciques, sobre todo desde que el cambio al euro, hace ya 20 años, nos trastornó el sentido de la proporción.

Es lógico. En informática la ley de Moore nos rompe las proporciones cada dos años.

No es cosa de echar leña al fuego, pero un régimen comunista bolivariano lo habría gestionado mejor.

E igual es hora de hacer balance de los 20 primeros años del siglo. ¿Qué ha hecho la derechona (aparte de dar poder al cacique) y qué ha hecho el régimen bolivariano (aparte de mangonear los fondos europeos que iban a mendigar a Bruselas)?:

Hechos reseñables que aparecen en internet en un búsqueda simple:

•Aznar: guerra de Irak-11-M, Ley de liberalización del suelo-burbuja inmobiliaria, vacas locas, final de la mili, acceso al euro, islote Perejil, la boda de su hija y el Prestige.

•Zapatero: ley de matrimonio homosexual, ley antitabaco, Fondo de Ordenación Bancario, ayudas de 400 euros, reforma del código penal, reforma de las Cajas de Ahorro, ley Sinde de propiedad intelectual que derivaría en la LGPD.

La ley de libertad religiosa y eutanasia quedó en el tintero por falta de tiempo, y otra ley sobre el control del alcohol fue abortada por Aznar en un bar de Valladolid diciendo borracho “y quién eres tú para decirme a mí lo que puedo beber”.

¿Qué ha hecho en estos 20 años la España que trabaja y la España que bosteza? Pues toma nota y vota en consonancia.

En algún sitio tengo dicho que no opinaré sobre política ni sobre economia. Pero hay días que la rabia me vence.

60 mil miseros euros

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